La Carrerita vuelve a reunir a la Aurora y el Resucitado tres años después

El nerviosismo aumentó cuando el paso de Jesús Resucitado salió desde la capilla de las Concepcionistas Franciscanas, acompañado por la Banda Municipal de Música. Al llegar el paso a la altura de la estatua de Pedro de Valdivia, fue el turno de Nuestra Señora de la Aurora. El pendón de la Hermandad asomó en tres ocasiones por el lateral de la iglesia, donde aguarda la imagen, y fue entonces cuando se emprendió una carrera frenética, en la que el paso fue llevado en volandas, a toda velocidad, al encuentro con su hijo. Apenas 10 segundos duró el fugaz momento, recorriendo unos 80 metros, que culminaron con el balanceo de los pasos celebrando el reencuentro. En ese momento, la plaza entera estalló de júbilo con aplausos y vivas a la Virgen de la Aurora, al Resucitado y a La Carrerita, tanto desde los balcones como a pie de calle. Y todo ello bajo una lluvia de papelillos azules, repique de campañas y cantos de Gloria. Así, un año más, desde el siglo XVIII, La Carrerita del Domingo de Resurrección volvió a hacer palpitar los corazones de miles de villanovenses y visitantes en este día.

Elegidos

Especial emoción sintieron Ángel Corraliza, José Santiago Blázquez, Alfonso Ramos y Manuel Carmona que fueron los porteadores que llevaron a la Virgen este año, seleccionados mediante sorteo una hora antes de la carrera. De ahí que no hubiera posibilidad de ensayo ni preparación alguna para la carrera, al no conocerse con antelación los nombres de estos hermanos. Los cuatro expresaron su alegría antes de comenzar la carrera y, sobre todo, una gran emoción una vez completada, ya que algunos llevaban muchos años esperando poder coger a la Aurora en un día tan señalado. Manuel es el más joven de todos, con 23 años. Sin embargo, es el más experimentado porque hace cuatro años fue también agraciado y corrió con la Virgen. «Me da la sensación de que este año pesaba más que la primera vez, aunque la emoción ha sido la misma que entonces», confesaba al acabar.

Tanto a él, como a Ángel y Alfonso la suerte les ha llegado de rebote. Y es que no ha sido su número el que ha salido del bombo, sino el de familiares o amigos de la hermandad que, por ser ya mayores, les han cedido el puesto. A sus 45 años, Ángel llevaba probando suerte en este sorteo desde que es mayor de edad «así es que estoy muy agradecido a un amigo de mi padre que es quien me lo ha cedido». Más tino tuvo José Santiago, que solo lleva tres años en la Hermandad y justo salió su número, por lo que no pudo evitar dar saltos de alegría.

Otro de los nombres del día es el de Luis Puerto que ya no esperaba que le tocara, pero así ha sido. Sin embargo, a sus 70 años no le está permitido coger a la Virgen, porque el reglamento marca un límite hasta los 65 años, aunque confesaba encontrarse en plena forma para hacerlo, puntualizaba. «Me da un poco de pena el hecho de que me toque cuando ya estoy jubilado, aunque estoy contento como si pudiera correrla, porque ya puedo decir que me ha tocada», decía resignado. No obstante, cedió su puesto a Alfonso, primo suyo, que se mostró agradecido por el regalo. Tras La Carrerita, tuvo lugar la procesión y posterior misa en la parroquia de la Asunción. Y todo en un día en el que se ha vivido una jornada muy especial «porque los villanovenses se han volcado y los han vivido con mucha intensidad después de tanta espera», ha destacado el hermano mayor de la Hermandad de la Virgen de la Aurora, Juan Vicente Manchado.