
El concurso de sandía y melón tendrá novedades en 2022
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Las Fiestas de San Bartolomé, previstas para el 24 de agosto, se suspenden, al igual que su tradicional concurso de frutos pesados.SUSPENDIDOS ·
Las Fiestas de San Bartolomé, previstas para el 24 de agosto, se suspenden, al igual que su tradicional concurso de frutos pesados.La crisis del coronavirus hace que, por segundo año, Villanueva de la Serena se quede sin sus genuinas fiestas de San Bartolomé previstas para el próximo 24 de agosto. Aunque desde la Asociación de Fiestas de San Bartolomé ya preveía que no pudieran celebrarse todos los actos con normalidad «sí que creíamos que podríamos haber hecho algo en torno al concurso de sandía y melón». Así lo señala Jesús Ramos, presidente de la asociación, quien explica que, tras hablar el Ayuntamiento y con los agricultores de la zona, «no tiene mucho sentido organizar el concurso para que haya poca participación o incluso para que quede desierto». Y es que el Concurso 'Rufino Pineda Mendoza' es todo un clásico al que concurren participantes de toda la comarca con sus grandes frutos.
En su última edición, en 2019, el villanovense Antonio González Casillas consiguió superar el récord nacional de la sandía más grande, con un fruto que pesó unos 100 kilos. En la 58 edición del concurso se presentaron nueve sandías y trece melones.
Para el año próximo, Ramos avanza que se quieren introducir algunas novedades en el formato, como es tener más y mejores premios, o contar con medios electrónicos para su peso, ya que habitualmente se hace con una balanza manual. Por ello, una vez pasada la Semana Santa, la organización de las fiestas se reunirá con los agricultores para informarles de cómo se hará el concurso «y que les dé tiempo a sembrar sus frutos con suficiente antelación».
Aunque los actos festivos están suspendidos, se realizará una misa el 24 de agosto a las 21.00 horas en la parroquia de San Francisco de Asís.
Descanso
Aunque el año pasado no hubo concurso, Antonio González volvió a conseguir una sandía digna de premio, que pesó 93 kilos. No hubo opción de optar a ningún galardón, porque el concurso no se celebró. A pesar de saber que el certamen no se iba a llevar a cabo por la pandemia, Antonio siguió cultivando con mimo su fruto «aunque no con la ilusión de todos los años, porque esto del virus nos tiene preocupados», aseguró entonces.
Aún así, «por seguir la tradición y por mis nietos» siguió todo el proceso. Este año, ha decidido darle descanso a la tierra y también a él mismo, para volver con más ganas el próximo año, esperando batir un nuevo récord.
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