

El Municipal Villanovense respiraba ayer aire de fiesta para recibir por primera vez esta temporada a La Cruz Villanovense para medirse al Real Madrid. En la grada estaban centenares de aficionados que acuden normalmente a su cita con el equipo en División de Honor, pero también muchos curiosos deseosos de ver a los juveniles del conjunto merengue.
Fiesta en la grada, sí, pero seriedad en el terreno de juego para el cuadro serón que plantó cara al Real Madrid aunque al final terminara cayendo en la segunda mitad.
El primer tanto del equipo blanco llegó en el 7 tras el penalti cometido sobre el extremeño Israel Salazar que tras esta acción tuvo que retirarse lesionado y entre lágrimas, también entre los aplausos del público. El encargado de transformar la pena máxima fue Bruno Iglesias para hacer un 0-1 que se antojaba injusto conforme avanzaba la primera mitad.
Pero justo antes del descanso, Javier Tapia no desaprovechó la oportunidad de poner justicia en el marcador materializando otro penalti, esta vez sobre Júnior, para hacer el 1-1.
La buena imagen del equipo de Gus, sin embargo, no tuvo premio en la segunda mitad. El 1-2 de Loren, en el 56, no fue suficiente para frenar a La Cruz Villanovense que daba la sensación de merecer sacar algo positivo. Sin embargo, poco después Loren daba la puntilla con el 1-3 que hacía desvanecerse las opciones de remontada.
Pese a la derrota, el equipo villanovense dio una gran imagen y se mantiene en una posición cómoda a pocos puntos de certificar la permanencia. La próxima cita en casa será dentro de dos semanas contra el CD Leganés, otra de las grandes canteras de este grupo. Antes visitarán al Unión Adarve.
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