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Pajuelo y Álex Lázaro recibieron los aplausos de la afición del Talavera.
«La realidad es simplemente que ellos no querían jugar y nosotros sí»

«La realidad es simplemente que ellos no querían jugar y nosotros sí»

Álex Lázaro, portero del Villanovense, se sincera sobre lo ocurrido en el estadio del Talavera este pasado domingo

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Martes, 5 de septiembre 2023, 10:47

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Pasan unos diez minutos de las nueve de la noche cuando echa a rodar el balón en el estadio 'El Prado', en Talavera. Lo hace con más de dos horas de retraso respecto al horario previsto, tiempo en el que se vive una de las situaciones más surrealistas de los últimos años en el fútbol modesto (y no tanto): Jugadores del Villanovense achican agua del campo con cubos, cepillos, bancos… Y todo lo que encuentran. ¿El objetivo? Jugar el partido.

Ocurrió este pasado domingo, con buena parte de España en alerta por fuertes lluvias; el estadio talaverano no se libró y el agua se empezó a acumular en cuatro zonas concretas, las esquinas del terreno de juego. La escena se podía contemplar a través de la televisión de Castilla-La Mancha, casi en bucle, una lluvia incesante y pequeñas treguas que aprovechaban unos niños para sacar, como podían, algo de agua del campo. Una jornada desapacible que no desanimó a la afición local, con una poblada grada pese a las circunstancias. Mientras, los jugadores del Villanovense permanecían asomados por el túnel de vestuarios; en menor número, también algunos del Talavera junto al equipo arbitral.

Había que esperar para iniciar el partido, era evidente, pero el paso de los minutos dejó claro que unos tenían más ganas que otros de jugar. «La realidad es simplemente que ellos no querían jugar y nosotros sí», dice Álex Lázaro que, harto de la inactividad por parte de la directiva del Talavera, cambió los guantes por un cubo con el que empezó a achicar agua, tarea a la que se sumaron varios de sus compañeros... Pero nadie más. «No lo llegaba a entender porque el campo estaba perfecto para jugar», dice sobre la pasividad del cuadro local, «no sé si sería por falta de efectivos al tener algunos lesionados o que hay gente nueva y no tenían ritmo; no sé el motivo para no jugar».

Con una excepción, la afición del Talavera sí quería jugar. «Después de tantos meses sin fútbol y deseando ver a su equipo, también de desplazarse hasta allí con la lluvia que caía, al menos había que intentarlo», argumenta el portero gaditano que reconoce que para él es una de las situaciones más surrealistas que ha vivido como futbolista. «Que tengamos que estar jugadores del equipo contrario deslomándonos sacando cubos con 10 litros de agua es algo insólito», explica sobre lo vivido en esos momentos en los que sí contaron con la ayuda de la afición del Talavera que, además, terminó reconociendo el esfuerzo con varias ovaciones a jugadores como Pajuelo, Ángel, Bermu o Yimi. «Eran dos esquinas las que estaban mal, me daba mucho coraje y te preguntas qué había detrás de todo esto para no querer jugar», prosigue.

Llama la atención que toda esta situación no quedó reflejada inicialmente en el acta arbitral de Johan González Rodríguez, pese a que el colegiado canario se mostró en todo momento partidario de jugar. «El árbitro puso todo de su parte, pero allí nadie hacía nada para solucionar el problema ni hicieron lo que pedía el colegiado salvo mandar a tres chiquillos sabiendo que no lo iban a solucionar», afirma Lázaro al que le sorprende que todo esto no esté en el acta, «lo mínimo habría sido reflejar los motivos del retraso, al menos, por respeto al Villanovense después de todo lo que hicimos para jugar el partido». Si bien, la RFEF publicaba este lunes un nuevo apartado en el que el colegiado explicaba el desarrollo de los acontecimientos.

Lo que sí se pudo ver desde el principio en el acta que se encuentra en la página de la RFEF es el resultado de 1-0 en contra de los serones que, pese a todo, se fueron con buenas sensaciones, también orgullosos de su imagen y sin poner excusas. «Dando el nivel que dimos en la segunda parte y más fuera de casa, pocos partidos perderemos», sostiene Lázaro que estrenó temporada como titular después de ejercer como 'aguador'. «Esas dos horas no nos pesaron en lo físico, porque al final no estuvimos más de diez minutos achicando agua; pero sí se notó el haber hecho el calentamiento bajo la tromba de agua más grande que yo recuerdo», añade el portero, «al final, estábamos empapados de la cabeza a los pies; después nos pusimos ropa seca, pero te volvías a enfriar». Una vez empezado el partido, se volvieron a mojar y, poco después, pagaron caro uno de sus pocos errores; pero se marcharon contentos por poder jugar, «porque era lo que queríamos hacer».

Comunicado del club

Tras lo vivido, Álex Lázaro apoya el comunicado emitido este lunes por el club serón en el que afirma, de forma tajante, que el partido no se habría disputado de no ser por sus jugadores y cuerpo técnico, junto a los aficionados locales. «La imagen se ha vuelto viral y quedará grabada en la historia de nuestro fútbol modesto», dice la directiva sobre un problema que, entienden, se habría solucionado con las labores adecuadas.

Asimismo, al igual que Lázaro, apuntan a «razones desconocidas» para la falta de acción de los directivos del club local, «no tomaron las medidas necesarias para abordar el problema». Insisten además en que la decisión de jugar estaba respaldada por cuestiones deportivas y económicas, entendiendo que un aplazamiento habría sido injustificado.

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