

Las hermanas de la congregación Hijas de San José que hasta la semana pasada han estado en Villanueva fueron despedidas en medio de mensajes de agradecimiento. Mariví, Cruz, Isabel, Menché, Mencía y Beatriz son las últimas religiosas, de las más de 50 que han estado en la ciudad durante más de nueve décadas.
En su despedida, la hermana Mendi agradeció el cariño recibido «porque creo que la semilla que hemos querido dejar ha dado sus frutos», señaló.
Por su parte, el obispo de la Diócesis de Mérida-Badajoz, Celso Morga, que presidió la eucaristía de despedida, puso en valor «la dedicación a los enfermos, a las personas necesitadas y a la educación».
Tanto la directora del centro San José, Begoña Gutiérrez, como profesores y antiguos alumnos subrayaron la importancia de su presencia en estos años.
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