La suerte se fija en Valdivia y deja casi 5 millones de euros

Hoy ha sido día de mercadillo en Valdivia, y la conversación entre todos los que se daban cita en la plaza de España y alrededores se ha centrado en saber quiénes son los afortunados con la lluvia de millones que ha dejado el sorteo de la Lotería Nacional del 25 de septiembre.

Cerca de 80 décimos del número 42397 se han venido en la entidad local menor, mayoritariamente a través del Estanco de la calle San Fernando. De allí han salido 66 décimos, todos de abonados, además de otros diez o doce que se han vendido a través del Burguer Muñoz. Todos ellos, son retirados semanalmente de la Administración de Lotería número 2 de Villanueva de la Serena, que ha vendido casi la serie completa menos un décimo, es decir, 99 décimos.

«Puede que le haya tocado a cerca de un centenar de personas», explicaba esta mañana una trabajadora del establecimiento, Juani González. Y es que hay muchos abonados al número que comparten el décimo entre amigos o familiares «por lo que no pueden calcular a cuánta gente le habrá tocado», dice.

Y es que este número se lleva jugando en Valdivia desde hace más de 30 años. Fue el Burguer Muñoz quien lo llevaba siempre en el pueblo, hasta que cerró». Así lo explica Mª Monserrat Llanos, propietaria del estanco. Entonces, ella le propuso quedarse con el número para no perderlo, dado que mucha gente estaba abonada. Posteriormente, el bar volvió a abrir «y yo le propuse que lo recuperara, pero me dijo que siguiera yo con él, salvo los que coge el dueño para amigos o familiares».

Precisamente, a ella también le ha tocado «un pellizquito», por lo que la alegría es enorme, dice, al saber que ha sido tan repartido.

Aunque lo más curioso es que casi el mismo número, el 46397, tocó también en Valdivia hace más de 30 años «e igualmente fue muy repartido». De hecho, cada año traen un número para la Lotería de Navidad que coincide con el que premiado del sábado. «Sería mucha casualidad que tocara el mismo número en solo tres meses», dice Mª Monserrat. Aunque la suerte es así de caprichosa y, quién sabe si la suerte se ha fijado en Valdivia.